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CONSEJOS PARA AYUDAR A LOS NIÑOS / NIÑAS PARA TENER UNA BUENA TRANSICIÓN

PREPARARLOS PARA LA NUEVA EXPERIENCIA: Es recomendable que los padres les hablen con naturalidad y entusiasmo a sus hijos(as) sobre el Colegio Macarena. Pueden decirles que estarán en compañía de su maestra, que harán nuevos amigos con quienes podrán jugar y que luego los recogerán para regresar a casa. Hay que tener cuidado con no asustarlos ni generarles una expectativa exagerada que pueda frustrarlos después. Hay que responder todas sus preguntas sobre su nueva escuela o su grado, motivándolos para conocer a su maestra y compañeros de aula. No es conveniente preparar al niño(a) con semanas o muchos días de anticipación, pues podría causarles angustia o estrés. Lo recomendable es hacerlo pocos días antes.

FAMILIARIZARLOS CON EL ENTORNO ESCOLAR: Es conveniente que los niños visiten la escuela y el aula donde estudiarán para que se familiaricen con ella, dándoles la oportunidad de explorarla libremente y sin la interferencia o “ruido” que se suele generar el primer día de clases. En esta visita se le puede presentar a la maestra, quien puede dialogar con el niño o niña y empiecen a entablar amistad y confianza.


ACOMPAÑARLOS EL PRIMER DÍA DE CLASES, TRANSMITIRLES ALEGRÍA Y CONFIANZA: Asegurar que el niño o niña asista al primer día de clases en compañía del padre, madre, otro familiar o adulto de confianza y de preferencia que sea la misma persona quien lo acompañe los días siguientes. Es importante mostrar alegría al dejarlo en la escuela, sonreírle y expresarle confianza de que se quedan en un lugar seguro y a cargo de personas que los van a cuidar, querer y tratar bien. Asimismo, al recogerlos preguntarles por lo vivido durante el primer día: cómo se sienten, a quienes conocieron, qué hicieron, cómo es su maestra, qué le gusto o disgusto, entre otras cosas.


NUNCA OBLIGARLOS NI PRESIONARLOS: Si el niño o niña se resiste a ingresar al aula o participar de alguna actividad, llora o expresa inseguridad frente a la separación del padre o adulto acompañante, es mejor no obligarlo. Algunos niños necesitan mayor tiempo para separarse de los adultos con quienes viven. Hay que tener paciencia para fortalecerlos hasta que se sientan listos, sin recurrir a amenazas (si lloras me voy), chantajes (si no lloras, te compro un chupete), comparaciones (mira como esa niña no llora, mira cómo ella juega con sus compañeros y tú no), represiones (los hombres no lloran), engaños (voy al baño y regreso), entre otras prácticas nocivas.


ACOMPAÑARLOS DURANTE LOS PRIMEROS DÍAS SI ES QUE MUESTRAN DIFICULTAD PARA LA SEPARACIÓN:
Si el niño o niña muestra mucha resistencia a separarse del padre o adulto cuidador, se les puede permitir acompañar a los niños los primeros días de clase los adultos acompañantes permanecerán fuera del aula en un lugar cercano y visible para el niño(a). En principio pueden acompañarlo durante toda la jornada si les es posible e ir reduciendo progresivamente el tiempo hasta que el niño o niña se integre al grupo sin mayor problema, Recuerde la clave es transmitir confianza y colaborar con la maestra.

CONTRIBUIR AL TRASLADO DE LA AUTORIDAD A LAS MAESTRAS: Cuando los padres permanezcan cerca de sus hijos durante los primeros días de clase, pueden resultarle difícil a los docentes lograr la autonomía de los niños y niñas o manejar bien los conflictos que surgen entre ellos. Los padres pueden colaborar realizando el traslado de la autoridad a la maestra cuando sus hijos acuden a ellos. por ejemplo: si el niño pregunta al padre ¿dónde está el baño?, este debería responder “pregúntale a tu maestra”; o si le pide que le abra la lonchera, animarlo primero a hacerlo solo y en caso no lo consiga, indicarle al niño(a) que le pida amablemente a la maestra que lo ayude. En casa deben reforzar el principio de autoridad, obediencia y respeto hacia los demás. Los berrinches o faltas de respeto a sus compañeros y a sus maestras son reflejos de falta de autoridad en el hogar.

EMPLEAR ESTRATEGIAS CREATIVAS PARA ALENTARLOS A INTEGRARSE AL GRUPO: Durante el periodo de transición las maestras aplicaran estrategias de adaptación como por ejemplo: Colocar materiales educativos en una canasta y ubicarla fuera del aula, cerca del niño o niña que se resiste a ingresar. Cada día la canasta se coloca más cerca de la puerta del aula para que pueda observar lo que se hace al interior de ella. Con el paso de los días, es muy probable que ingrese al aula voluntariamente. Por otro lado, la maestra también puede optar por salir fuera del aula con el grupo para desarrollar actividades en el patio donde está el niño para que al observarlos de cerca jugando y haciendo actividades motivadoras, finalmente se anime a dar el primer paso a integrarse al grupo.